domingo, 9 de agosto de 2015

Un joven Polesello y su mágico mundo de colores

Casi un año después de la muerte del artista Rogelio Polesello se inauguró en el MALBA la muestra Young Polesello. Son 120 obras divididas en cinco núcleos temáticos. La curadora Mercedes Casanegra y el equipo del museo trabajaron desde 2012 con el archivo personal del artista.


Inspirado por la muestra del pintor húngaro Víctor Vasarely en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1958, Rogelio Polesello encontró el camino a seguir en su obra: el arte óptico. Fue a finales de los años 50 que comenzó su experimentación con el movimiento, el dinamismo y la vibración que le proveían los distintos acrílicos tallados y que se convirtieron una década después en el sello de una época.



Recorriendo el museo junto con el artista emergente y admirador de Polesello Carlos Rodríguez Ballester, él comenta que había visto una muestra anterior del pintor en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta y que está feliz de descubrir su obra anterior, que no conocía tanto.

Dentro del primer núcleo de la exhibición se encuentran los trabajos tempranos de 1958 y 1959: pinturas de abstracción geométrica en distintos materiales, óleos, témperas y monocopias.



El segundo núcleo está compuesto por obras realizadas en los años 60. Lo más llamativo es un mural de cinco metros, expuesto por primera vez, que concentra la experimentación llevada a cabo por el artista con chapas y pistolas de aire. Rodriguez Ballester explica que el mural en su detalle permite remitirse a los píxeles de la fotografía: “El efecto sobre las chapas me pareció súper moderno para la época, uno hoy está acostumbrado a ver píxeles porque todo el mundo edita fotos con la computadora, pero hace 60 años era algo muy novedoso, además de ser lindo plásticamente.”



En el tercer núcleo se ven obras realizadas entre 1964 y 1966, época en la que Polesello se encuentra a gusto con el diseño gráfico, textil, de objetos y con la pintura. En una vitrina se pueden observar los tapices realizados para la Galería del sol, y varios afiches publicados en revistas como Tiempo de cine, El arte de tejer y catálogos de arte.

En el cuarto núcleo es donde aparecen sus primeras obras realizadas en acrílico tallado. De esta parte de la exhibición Rodriguez Ballester explica: “Esta etapa tiene un trabajo de color y de forma muy interesante donde se ve el círculo cromático, como se abren los colores al pasar por un cristal. Si bien las formas son simples, no porque sean fáciles, tienen un desarrollo del color que es muy atractivo.” La deformación de la imagen y los colores son el gen de estos trabajos.



En el quinto y último núcleo de Young Polesello asoman sus experimentaciones con el espacio y la vinculación con los espectadores. “Los discos acrílicos que cuelgan cambian la percepción de las pinturas que están exhibidas según se mueven y resultan muy interesantes. Asimismo las mamparas gigantes.” dice Rodriguez Ballester. Los acrílicos de gran tamaño invaden la percepción del lugar y espacio de quienes se atreven a dejarse “deformar” por la obra de este extraordinario artista.




Ficha técnica:

MALBA: Avda. Figueroa Alcorta 3415


Jueves a lunes: 12:00 a 20:00.
Miércoles: 12:00 a 21:00. 
Martes: cerrado.
Feriados: museo abierto de 12:00 a 20:00, excepto los días martes.

Visitas guiadas: De jueves a domingo a las 17:00.

Carlos Rodríguez Ballester: 


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